De cómo la H quedo relegada durante un largo tiempo del amor

La letra H desde muy pequeñita creyo en el amor. Le pedia permiso a sus amigos letras como la A: travieso y hablador, O: reflexivo y timido o a la R: revoltosa y alegre para comunicarse con la letra M que era su amiga que mas le gustaba. Las cinco letras: H, A, M, O, R, iban todas las tardes a jugar al parque después del colegio. Sin que la M se percatara, la H sigilosamente se paro detrás la M, le toco el hombro y cuando la M se dio la vuelta, la H le dejo un beso de infante furibundo y precoz, estampado en su boca. La letra M se sonrojo y se ofendio, aunque le habia gustado mucho, se sintio invadida en el momento, por eso la letra M corrio y corrio de parque a parque, dicen durante años… La letra H ya iba a la escuela, y cada vez que cruzaba el parque buscaba con la mirada a esa letra M que nunca volvio a ver. La letra H siempre fue muy trabajador, por lo que se dedico a su propio negocio y centro todas sus energias para aparecer en la mayor cantidad de palabras posibles. Hasta hizo un acuerdo economico gigante con la gran academia de las letras, en la que se comprometio a ser muda, durante un largo tiempo. Por eso sus amigos, que le querian y le recordaban, tuvieron la idea de reunirse a comer una barbacoa con otras letras amigas como la K que se dedicaba a la gastronomia o la Q que de tanto bromear con los quesos acabo actuando en una publicidad de la tele. Todos estaban riendo, la H muda por contrato solo podia sonreir, pero estaba muy feliz comiendo y bebiendo con sus amistades letras. Obviamente que la H mantenia la ilusion de volver a ver a la M y durante la cena, recordaba su ausencia. A su vez la letra H que tomaba un café siempre en el mismo bar, comenzo a ver diariamente a una pareja de letras que tomaba el te, unas mesas mas adelante, creyo reconocerlas como la L fumando una pipa y la Ñ, con un bello sombrero frances, leyendo un libro. Finalmente un dia se acerco la H a dicha mesa en busca de fuego para su cigarro, la H se fijo particularmente en la compañera de la L, la Ñ, debajo de su sombrero veia una cara familiar. Pero no podia hablarle, por lo que se alejo en silencio. Un dia dejo de venir la L y solo venia la Ñ al bar. La H penso en dejar de ir a ese bar a tomar el café por que no podia dejar de mirar a esa Ñ con rostro familiar devorando libros en silencio. Hasta que un dia la Ñ se acerco a la mesa de la H, se quito el sombrero y se sento a su lado. Estuvieron compartiendo la mesa horas en silencio, la H muda espero a que la Ñ, que ahora era mas bien parecida a una N ya sin sombrero, hablara. La N era esa misma M pequeña que de tanto correr por los parques fue adelgazando hasta transformarse en la Ñ que era actualmente. La H muda no pudo decir nada, pero para su sorpresa, la Ñ, le devolvio el beso que quedaba pendiente durante todos esos aÑos. La H volvio a hablar, sonrojado y confundio, la H le dijo a la Ñ, te Hamo… Y asi nacio un nuevo HAMOR.